sábado, 3 de diciembre de 2016

SÍMBOLO DE UNA ÉPOCA


KIRK DOUGLAS CUMPLE 100 AÑOS





         Este viernes 9 de diciembre, el tenaz, insistente, explosivo Kirk Douglas cumplirá cien años de edad. Una carrera magnética, con títulos que han llegado al alma y siempre quedan en la mente del espectador, lo legitiman y le otorgan el estatus de inmortal. Douglas fue descendiente de polacos pobres e inmigrantes. Logró graduarse de la universidad que le permitió organizar su pensamiento e intrigarlo con la escena dramática. Douglas estudió teatro y apareció en papeles pequeños antes de enlistarse para la guerra. Al retornar, gracias a la recomendación de Lauren Bacall, quien fuera su compañera de clases, al productor Hal B. Wallis, pudo obtener su primer rol cinematográfico donde apareció poco tiempo en pantalla, pero logró la aceptación del público a quien gustó el joven atlético y rubio, de recia personalidad, en El extraño amor de Martha Ivers (The Strange Love of Martha Ivers, 1946, Lewis Milestone) donde interpretó al marido de la consagrada Barbara Stanwyck.


¿Cómo no iba a atrapar al público?

Con Robert Mitchum en "Traidora y mortal"

Su primer gran papel en "El triunfador"



A partir de ahí surgieron muchas buenas oportunidades en roles secundarios (Traidora y mortal, Electra, Carta a tres esposas) hasta que llegó la gran oportunidad en El triunfador (Champion, 1949, Mark Robson) donde interpretó al arribista Midge quien se torna en campeón de boxeo al no tener escrúpulos y pisando a quien sea con tal de alcanzar sus ambiciones. Es una actuación soberbia que lo define como gran personalidad y actor versátil. A partir de ese momento Kirk Douglas queda establecido: Música en el alma, al lado de su amiga Bacall, Siempre amanece otra vez, versión fílmica de la obra teatral “El zoológico de Cristal”, para llegar a 1951 donde aparecerá en tres películas ejemplares, bajo las órdenes de grandes directores.





Los viajeros (Along the Great Divide, Raoul Walsh) lo muestra como oficial que impide un linchamiento y debe luchar contra el poderoso terrateniente que acusa a la posible víctima de haber asesinado a su hijo. El oficial deberá sobrepasar obstáculos, tanto del hombre como internamente por el mismo acusado que lo acosa para que le deje libre. Primero estará la ley y el juicio de la ley antes que cualquier situación.





Cadenas de roca (Ace in the Hole, Billy Wilder) le da la oportunidad de irse al extremo contrario: Chuck Tatum es un periodista inescrupuloso que ha perdido su trabajo en los grandes rotativos para llegar a un pueblo de Nuevo México donde un comerciante queda atrapado en una cueva. El hombre aprovecha la situación para explotar el morbo popular, evita el pronto rescate, y busca recuperar su estatus anterior. Esto lleva al fallecimiento de la víctima, además de la caída y muerte del oscuro personaje.





La antesala del infierno (Detective Story, William Wyler) es la adaptación de un éxito teatral que ofrece al personaje del convenenciero detective McLeod, casado, con deseos de tener un hijo, quien logra someter a sus detenidos bajo métodos poco convencionales. Al ir tras un poderoso delincuente, éste revela el pasado de su mujer (Eleanor Parker) quien llegó impura al matrimonio. A pesar de que McLeod quiere dejarlo pasar, no puede sobreponerse al pensamiento de que su mujer fuera de otro. Llega a un final trágico.





Carteles de "La antesala del infierno" y "Cadenas de roca"
dos cintas poderosas acerca del personaje corrupto


Douglas habitó tres universos distintos donde se desarrollan grandes dilemas morales: el viejo oeste, el pueblo rural y la gran urbe para mostrar una gama que lo llevó del blanco al negro y terminar en un matiz grisáceo. Tanto el oficial Merrick quien vive atormentado por el recuerdo de su padre que muriera por una cuestión temporal, semejante a la que ahora experimenta; como el astuto e indolente Tatum que busca su retorno a la fama, luego de haber provocado su propia caída debida precisamente a sus excesos y falta de escrúpulos; y finalmente el tramposo McLeod que abusa, se burla de sus detenidos, sigue procedimientos indebidos, para recibir un fuerte golpe en su estructura mental machista, que lo llevará a su propia autodestrucción final.




Esta tendencia se repetirá a lo largo del tiempo en la mayoría de los personajes que Douglas interpretará en su filmografía. Ya sea el amoral productor de Cautivos del mal (Minnelli, 1952),


el trapecista frustrado de Historia de tres amores (Reinhardt, 1953),


el atormentado Van Gogh en Sed de vivir (Minnelli, 1956),



el defensor comandante de La patrulla infernal (Kubrick, 1957),


el infiel esposo de Vecinos y amantes (Quine, 1960),



el líder victimado de Espartaco (Kubrick, 1960),



el padre incestuoso de El último atardecer (Aldrich, 1961),



el amigo audaz de Los valientes andan solos (Miller, 1962),


y así podremos seguir hasta el infinito, aunque sin dejar de lado que filmó comedias, cintas de acción o aventuras esplendorosas. Todo en pos de la diversidad, de su tremendo narcisismo que le permitió estar siempre en primer plano. Una gran personalidad. Un talento innegable. Escritor de autobiografías. Productor de grandes éxitos. Promotor de sus hijos. En fin, una persona excepcional a quien se le agradece que todavía siga sobre la tierra: es símbolo viviente de  la permanencia de tiempos ya idos, anhelados, que seguimos recuperando gracias al cine.

¡Feliz centenario Kirk Douglas!

1 comentario:

  1. Uno de los inolvidables! de los mas guapos, de estos actores que se llevan el corazón de su tiempo.

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