domingo, 31 de mayo de 2015

NOTAS DEL PERSONAJE GAY EN EL CINE MEXICANO (2)

LLEGA JAIME HUMBERTO HERMOSILLO

         En los años setenta se pone de moda el cine de ficheras que continuará con variantes hasta la siguiente década. Ya no es la prostituta discreta que sufría en silencio sus vejaciones o los azares del Destino en los melodramas de dos décadas atrás. Ahora son mujeres felices, descaradas, abiertas al placer y al goce sexual: a ganarse el pan con su cuerpo. Y como añadidura, el ambiente cabaretil tiene entre sus habitantes al homosexual en sus diversas variantes. Ya sean parejas (Las del talón), meseros (Bellas de noche entre infinidad de ejemplos) y el mismito diablo (La pulquería 2).

Rafael Inclán como el Ayates y Alfonso Zayas como el Diablo
en "La pulquería 2" llegan a ser pareja


         En esos mismos años setenta aparece Jaime Humberto Hermosillo en el cine industrial. Iniciando con La verdadera vocación de Magdalena y El señor de Osanto, su tercera película dará inicio a una serie de cintas donde tratará a la homosexualidad con otro punto de vista. Ya no es la sordidez (Fin de fiesta, Walerstein, 1971) donde una madre mata al amante de su respetable hijo abogado, por ejemplo. Ya no son las amaneradas ni las locas desatadas. 

Sara García es la madre escandalizada
que llega a matar al amante de su hijo,
el prestigioso José Gálvez, para cuidar
su reputación


         El cumpleaños del perro (1974) muestra a un joven y atractivo profesor de educación física que mata a su esposa para refugiarse en la casa de su padrino, sastre maduro, cuya obesa esposa quiere denunciar al joven. El sastre, a su vez, la elimina para escapar junto con su ahijado ¿hacia el paraíso? Todo es ambiguo porque nunca hay nada explícito. El padrino expresa que el joven es como el hijo que nunca tuvo, pero el homoerotismo está en el ambiente.

Héctor Bonilla es el objeto del deseo de su padrino

El padrino (Jorge Martínez de Hoyos) se emborracha
en una reunión que tiene con su ahijado: 
es el preámbulo para que se desborden las pasiones


         Matinée (1976) parte de la amistad de dos niños. El padre de uno de ellos llevará en su camión una mudanza al Distrito Federal. El otro escapará de casa y su amigo lo esconderá en el camión. Hay un asalto, matan al padre y los maleantes se llevan a los pequeños como rehenes. Los dos cabecillas de la banda son amantes, ex presidiarios que iniciaron su relación en la cárcel. Los niños se convierten en sus sirvientes, más que nada por la inocencia y el sentido de aventura que por otra cosa. Se planea el asalto a la Basílica de Guadalupe que pondrá en juego las pasiones y terminará con la muerte de los amantes. No hay exageraciones: son personajes masculinos, sin amaneramientos ni actitudes estereotipadas.

Héctor Bonilla y Manuel Ojeda forman la pareja
homosexual que se conoció en la cárcel
y ahora intentan asaltar la Basílica de Guadalupe


         Las apariencias engañan (1977) viene a ser una provocación de Hermosillo al presentar al personaje hermafrodita (que bien podría ser transexual) con la idea de subrayar la ambigüedad y la naturaleza dual masculina. Un actor es contratado por un amigo para hacerse pasar como el hijo perdido de un anciano enfermo en Aguascalientes. La idea es que este hombre permita el matrimonio de su sobrina con el amigo, quien lo cuida, y a la cual no deja casar. En realidad la sobrina es el hijo, ahora transformado en mujer. El actor se siente atraído por la mujer. En esta cinta, el personaje del amigo besa al actor ante su rechazo, pero declara con orgullo su homosexualidad. Al final, la sobrina se casa con el actor, al cual somete analmente. Aguascalientes se muestra con puerto como divertimento privado. Es lo que pasa con esta cinta que le habla al público de otras formas de vida, de oscuridades en las vidas de las personas, de otras caras de la felicidad.

Una película excesiva que habla de la ambigüedad en el ser humano,
pero declara abiertamente la homosexualidad. Isela Vega
puede ser hermafrodita o un transexual.
Gonzalo Vega se enamora de la mujer pero se deja
poseer por el hombre: encuentra la felicidad



         En ese mismo año se filma una de las obras soberbias que presenta al personaje homosexual en el cine mexicano El lugar sin límites.

viernes, 29 de mayo de 2015

NOTAS DEL PERSONAJE GAY EN EL CINE MEXICANO (1)

BESOS Y AMIGOS

Nota- Mañana 30 de mayo de 2015 será la marcha del orgullo homosexual en Monterrey. En junio se realizarán en el mundo entero. Como modesta aportación inicio una serie de "notas" sobre el personaje gay en el cine mexicano. Por lo pronto, el hombre; luego veremos a las mujeres. Puede notarse que en el origen y desarrollo, el cine mexicano trató al personaje homosexual con desprecio, como amenaza, con burla. Tuvieron que pasar décadas para tener otro tipo de visión y trato.


         Desconocemos al cine primitivo mexicano, el inicial, el que era mudo y se exhibió en las primeras décadas del siglo veinte. No sabemos si casualmente o con toda intención, apareciera algún personaje delicado o con amaneramientos.   Fue hasta 1938, cuando el maestro Fernando de Fuentes filmó La casa del ogro donde un personaje regordete y afeminado llamado Pedro (Manuel Tamés), era nombrado a sus espaldas como “Petrita” y su estilo era netamente el del estereotipado homosexual por la ropa, la manera de hablar y sus reacciones. Ese mismo año Miguel Zacarías realizó una taquillerísima comedia llamada Los enredos de papá donde a un tipo varonil y mujeriego (Leopoldo Ortín) le llegaba una esposa inesperada con su hijo, un jovencito con el nombre de Lalito (Miguel Montemayor) con pose afectada, “educado más a la manera de una chica que un chico” pero que se emocionaba al verse rodeado de coristas para dejar tranquilas a las buenas conciencias de los espectadores.

Fernando de Fuentes, padre del cine sonoro mexicano 
e innovador e introductor de temas y personajes maravillosos.
La primera película mexicana que presenta a un personaje "ambiguo"
es "La casa del ogro" (Fernando de Fuentes, 1938). El actor Manuel Tamés, aquí ya mayor en edad, fue quien interpretó a Don Pedro, 
que las mujeres de la vecindad apodaban como "Doña Petrita"

         En la década siguiente ¡Me ha besado un hombre! (1944, José Díaz Morales) iniciaba lo que sería un tema recurrente en nuestro cine mexicano donde una mujer debía hacerse pasar por hombre y vestirse como tal para inquietar al macho: se daba lugar al beso y el hombre desesperaba al “descubrirse” homosexual. La misma fórmula con variantes argumentales estará presente en Yo quiero ser hombre (1949, René Cardona), Yo soy muy macho (1953, José Díaz Morales), Pablo y Carolina (1955, Mauricio de la Serna), Me ha gustado un hombre (1964, Gilberto Martínez Solares), Noches de cabaret (1977, Rafael Portillo) o Quisiera ser hombre (1988, Abel Salazar) como algunos ejemplos entre otros.

Silvia Pinal debe disfrazarse como mujer para que la persiga
Gina Romand e inquiete al macho Tony Aguilar.
Note el puro como símbolo del macho.


         Luego está la amistad masculina donde el afecto queda establecido de manera ambigua. En el cine mexicano hay muchos ejemplos de parejas (o tríos) sobre todo en la comedia ranchera donde destaca El gavilán pollero (1950, Rogelio A. González) porque sus protagonistas temen que la mujer les quite la libertad que les permite hacer lo que desean aunque en el fondo su afecto y recuerdo del uno por el otro llegue a extremos homoeróticos: estar juntos, sobre todo. Lo mismo sucede, aunque a nivel urbano en el dúo de comedias A toda máquina y ¿Qué te ha dado esa mujer? (1951, ambas de Ismael Rodríguez) donde un motociclista se apiada de un indigente al grado de que éste aspira y llega a ser también agente de tránsito. Durante las dos películas cada uno provocará al otro al conquistar mujeres. Lo que aparentemente es una prueba de superioridad entre ellos, posee un trasfondo de reto por medio de los celos.

Tal parece que Pedro Infante era el amigo ideal
para sus compañeros de juerga en las películas
que trataban a la amistad masculina
como una prueba de amor. Note las miradas,
las manos, el torso desnudo de Luis Aguilar


         La comedia picaresca de los años sesenta tiene un gran emblema en Modisto de señoras (1969, René Cardona Jr.) donde el personaje de la cinta es un popular diseñador de modas que se hace pasar como homosexual para seducir en privado a sus ricas y potables clientas cuyos maridos no sospechan nada. Hay un trío de verdaderos modistas afeminados que buscan la manera de comprobar el fraude sexual de su rival en negocios.

Mauricio Garcés en uno de sus papeles más emblemáticos,
como el falso modisto homosexual que seducía a sus clientes
gracias a dicho engaño. Note el vestuario del personaje


         A finales de los años sesenta e inicios de la década siguiente se empieza a notar cierta libertad temática y con menos censura. El sexo ya es más abierto a través de escenas eróticas y el período echeverrista será más permisivo, sobre todo con palabrotas o desnudos integrales. Se filma una cinta de “caballitos” (como se nombraba a las cintas que emulaban al oeste norteamericano) bajo el nombre de Los marcados (1970, Alberto Mariscal) donde se muestra a una pareja incestuosa homosexual: padre e hijo mantienen una relación dentro de la violencia que producen con su banda de maleantes. Habrá otras cintas como La primavera de los escorpiones (1970, Francisco del Villar), Fin de fiesta (1971, Mauricio Walerstein), El monasterio de los buitres (1972, Francisco del Villar), también sin ser una lista exhaustiva.

Eric del Castillo interpretó a Pardo, quien mantiene 
una relación homosexual con su propio hijo 
al cual llaman "El niño" y que fue interpretado 
por Javier Ruán. Note el cabello rubio como estereotipo.       


        

          


         

viernes, 15 de mayo de 2015

EL BRILLANTE COLOR DEL CINE

CENTENARIO DEL TECHNICOLOR




         En el reciente número de junio 2015 de la revista Sight and Sound publicada por el British Film Institute (usualmente van un mes adelantados en sus ediciones) se reseña un libro que debe ser excepcional ya que recopila la historia del proceso cromático denominado Technicolor, que fue un parteaguas en la textura y definición de las películas pioneras en su uso. The Dawn of Technicolor 1915 – 1935 escrito por James Layton y David Pierce.


Único fotograma rescatado de "The Gulf Between" 1917.
Primera cinta en Technicolor de dos colores, proceso aditivo.

         En realidad fue el inicio formal de la compañía que comenzó sus investigaciones. Hasta el momento, el color se había conseguido en algunas producciones aplicándolo a mano en cada uno de los fotogramas de la película. Lo que se fue logrando paulatinamente fue la aplicación tecnológica. Primero fue el Technicolor de dos colores que requería una cámara especial que filmaba y proyectaba la película que había sido realizada a través de dos filtros: uno verde y otro rojo que permitía solamente el paso de estos colores que al unirse (este era el proceso aditivo) dejaban un registro claro de la piel y de los follajes: no se podía registrar morado, azul o amarillo. La primera cinta bajo este proceso fue The Gulf Between, que fue estrenada en 1917 con dificultades en su proyección ya que al unir los filtros había irregularidades. Además, las salas de cine requerirían comprar esos proyectores. El experimento fracasó y Technicolor empezó a mejorar el proceso.

De los pocos fotogramas existentes de "The Toll of the Sea" (1922),
primera cinta en Technicolor, bajo emulsión.


         El siguiente paso fue la filmación de una película a través de dos filtros (rojo y verde, de nuevo), pero en este caso cada fotograma se registraba dos veces: uno encima del otro, donde la imagen de uno estaba volteada verticalmente sobre la imagen del otro. Estas imágenes eran impresas en dos películas blanco y negro, a las cuales se les eliminaba la plata, y a la imagen verde se le pasaba emulsión roja y a la imagen roja, la emulsión verde. Al unirlas, cada imagen permitía que cada emulsión sustrajera colores dando el resultado deseado. La película final era doblemente gruesa y se requería el doble de fotogramas en la filmación, pero el resultado se podía exhibir en cualquier proyector que pasaba material en blanco y negro. La primera cinta se llamó The Toll of the Sea, dirigida por Chester McFranklin en 1922, producida por la propia compañía y distribuida por Metro Pictures (que dos años más tarde sería parte de la flamante MGM).

Puede notarse la brillantez de colores
que serían mejor percibidos en película.
Fue el primer cortometraje con acción
viva filmado en Technicolor de 3 tiras.


Posteriormente se mejoró utilizando tres cintas donde se usaban sendos filtros complementarios que ya podrían dar una fidelidad brillantísima y capturar la realidad cromática. Esta innovación comenzó en 1932 y quien la inauguró fue Walt Disney con sus caricaturas animadas. Hasta 1934 se filmó un cortometraje con acción viva (La cucaracha, Dir. Lloyd Corrigan) y luego se incluyeron algunas secuencias finales en varias producciones. En 1935 se filmó el primer largometraje con este proceso Intrigas en la corte (Becky Sharp, Dir. Rouben Mamoulian) basado en “La feria de las vanidades” de Thackeray y al año siguiente surgió El jardín de Alá (The Garden of Allah, Dir. Richard Boleslawski) dando inicio a varias producciones que utilizarían al color creativamente.

"Intrigas en la corte", primer largometraje filmado
en Technicolor de 3 tiras, en 1935, ano en que
concluye el libro mencionado al inicio.

Uno puede nombrar a Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, Dir. Victor Fleming, 1939)
o el uso novedoso de mezclar un blanco y negro inicial para luego dar lugar al color en El mago de Oz (Wizard of Oz, Dir. Victor Fleming y otros, 1939).
Previamente Disney había filmado el largometraje animado Blanca Nieves y los siete enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, Dir.William Cottrell y otros, 1937) que fue un gran éxito taquillero.


De pronto, ciertas cintas eran filmadas en Technicolor porque su naturaleza lo requería, como las comedias musicales producidas por Fox y MGM en las décadas de los cuarenta y cincuenta. Algunas cintas del oeste como Duelo al sol (Duel in the Sun, Dir. King Vidor, 1946)
y hasta el cine negro, entre cuyas cualidades estaban las sombras, los contrastes entre blanco y negro, tuvo ejemplos precisos como Que el cielo la juzgue (Leave Her to Heaven, Dir. John M. Stahl, 1945) donde Gene Tierney era una asesina por
celos de amor, posesiva extrema por su marido.
El color era brillantísimo, los contrastes entre rojos, verdes, azules eran magníficos y, lo más importante, duradero. En la actualidad, las cintas que utilizaron el proceso Technicolor han conservado esa brillantez. Uno puede notarlo en los DVD o Blu-ray de películas de época.

Cámara pionera de Technicolor. Pueden verse
las tres tiras que registraban cada color.
Aquí están las tres tiras procesadas
que se unirán para dar la percepción
de color real.


En 1952, la compañía rival de Technicolor, que era la casa George Eastman, introdujo el proceso Eastmancolor que era en una sola tira y evitaba el uso de las pesadas cámaras que requerían las tres películas, los filtros y una iluminación fortísima para escenas de interiores. El problema fue la inestabilidad. Con el tiempo y sin las condiciones adecuadas de ambiente seco y temperatura, los negativos se deslizaban hacia el púrpura. No obstante, por costo y facilidad, Technicolor se fue utilizando menos aunque continuó participando esporádicamente en algunas cintas. Para 1974 se cerró la planta norteamericana, aunque en los años noventa se revivió el procedimiento para algunas restauraciones de viejas producciones. También, por eso, se aprovechó este renacimiento para algunas nuevas cintas como Toy Story o Pearl Harbor.

Una de las pocas fotografías rescatadas
de la cinta pionera que filmó María Félix en color,
pero que se perdió irremediablemente.


         En México no hubo Technicolor. Se utilizó el sistema de dos colores llamado Cinecolor, para Novillero (Dir. Boris Maicon, 1936), Así se quiere en Jalisco (Dir. Fernando de Fuentes, 1942), Las aventuras de Cucuruchito y Pinocho (Dir. Carlos Véjar, 1942) o La china poblana (Dir. Fernando Palacios, 1944, que es la cinta perdida con María Félix). En 1947, el Indio Fernández muestra en el inicio de Río Escondido los murales de Palacio Nacional en colores, luego de los créditos y antes de que inicie el drama rural en blanco y negro. Otro largometraje de 1949 es Mariachis (Dir. Adolfo Fernández Bustamante, 1949) que prodigiosamente conserva su color en la copia que se exhibe (o se exhibió alguna vez) por televisión, pero que utilizó el proceso Anscocolor, semejante a la película que se vendía para uso casero. Mismo sistema fue usado por Ismael Rodríguez para Sobre las olas (1950). Luis Buñuel filmó su Robinson Crusoe (1952) con otra variante del proceso cromático llamado Pathecolor.
En 1954 se introduce el Eastmancolor por el productor y director Raúl de Anda, con la cinta Con el diablo en el cuerpo. A partir de entonces, será el procedimiento usual. Igual que en el cine norteamericano, se introducen algunas secuencias en color sobre todo al final de algunas comedias como Pobres millonarios con Clavillazo o El médico de las locas con Tin Tan.
Así seguiría hasta que en los años setenta se lograría una mejor fidelidad gracias a las películas con mayor definición producidas por la Kodak, pero sin que tengamos registros en este centenario proceso.

"Cantando bajo la lluvia", una de las inmortales
cintas musicales en Technicolor, producida por la MGM
en 1952 y que no podría imaginarse sin colores...

         Había que dedicarle un momento al Technicolor por este centenario. Su herencia es magnífica y todavía puede disfrutarse gracias a las brillantes imágenes que nos proporciona la era digital. 

"Serenata argentina" (Irving Cummins, 1940), 
una de las primeras comedias
musicales producidas por la Fox en Technicolor
para lucimiento de su estrella Betty Grable 
y la brasileña extravagante Carmen Miranda.



         

domingo, 3 de mayo de 2015

GRAN MELODRAMA

ROCCO Y SUS HERMANOS
(Rocco e i suoi fratelli)
1960. Italia - Francia.  
Dir. Luchino Visconti.

(se consigue en DVD - Intervídeo)
(hay una versión en YouTube 
pero con pésimo doblaje).



Sinopsis

         Rosaria Parondi (Katina Paxinou) llega a Milán acompañada de sus cuatro hijos. Han dejado sus tierras del sur para buscar mejores oportunidades en la ciudad donde ya vive el hermano mayor Vincenzo (Spiros Focas). Llegan en el peor momento: el joven se está comprometiendo con su novia Ginetta (Claudia Cardinale), lo que da lugar a un pleito entre las posibles familias. Vincenzo busca acomodo para todos y pide consejo a su amigo, el velador de la constructora donde trabaja como albañil. Éste le dice que busque cualquier departamento y que deje de pagarlo hasta que los echen del lugar para que el gobierno socialista les consiga un espacio para vivir. Así lo hace y con el tiempo ya residen en un lugar mejor. Los hermanos no han conseguido trabajo hasta que llega la nieve que les permite empezar a buscarlo, primero como limpiadores de calles y casas.

Los hermanos Simone y Rocco; atrás está Ciro,
en un camión urbano al llegar a Milán.

Rocco y Simone en la casa de Ginetta


         Aparte de Vincenzo están, por orden de edad, Simone (Renato Salvatori), Rocco (Alain Delon), Ciro (Max Cartier) y Luca, el pequeño (Rocco Vidolazzi). Simone va a un gimnasio donde lo ve el empresario Morini (Roger Hanin) quien le recomienda que vaya a otro donde podrá tener mejores oportunidades. Es con Cerri (Paolo Stoppa) que comienza a entrenarlo. No obstante, Simone no soporta una pelea en la cual pide tirar la toalla. Se reencuentra con Nadia (Annie Girardot), una ex vecina, prostituta, con la cual inicia una relación apasionadamente amorosa.

La gran pasión entre Simone y Nadia


         Mientras tanto Rocco ha empezado a trabajar en una lavandería a la cual llega Simone para tomar subrepticiamente una camisa porque quiere impresionar a Nadia. Cuando va a devolverla, Simone seduce a la dueña del lugar pero le roba una joya que le regala a Nadia. Ésta, enojada, la devuelve a Rocco y le pide que le diga a su hermano que la olvide. Rocco es llamado al servicio militar lejos de Milán. Pasa año y medio, cuando Rocco reencuentra a Nadia. Ambos se enamoran: ella ha estado en la cárcel y ahora piensa en la redención moral por los buenos sentimientos de Rocco. Su relación continuará al retornar ambos a Milán.

Rocco reencuentra a Nadia durante su servicio militar
e inicia un romance con ella


         En este lapso, Ciro ha entrado a estudiar una carrera técnica y Luca sigue en pequeños trabajos al lado de su mamá. Vincenzo se ha mudado a una casa con Gianetta y sus dos hijos. Simone ha entrado en decadencia. Rocco se ha tornado en boxeador, a su pesar, pero como una forma de mantener a su familia. Al enterarse que Rocco y Nadia están en una relación, los sigue junto con sus amigos y frente a Rocco viola a Nadia quien se va ante la desolación de su amado. Simone y Rocco empiezan a golpearse en un largo trayecto donde cada uno va cayendo, volviéndose a levantar, hasta que Rocco queda sin sentido. Cuando vuelven a verse, Rocco le pide a Nadia que vuelva con Simone. Ella lo detesta por ponerse del lado del hermano y lo deja, retornando a la prostitución.

Simone viola a Nadia frente a su amado Rocco

Los amigos de Simone detienen a Rocco
para que vea la violación


         Simone, derrotado por la vida, cae en las garras de Morini, quien siempre lo apoyó porque le gustaba. Le roba dinero, por lo que denuncia a Simone. Rocco se entera y decide apoyarlo pagando la cantidad robada. Simone se entera de la vida que lleva Nadia y la sigue. Quiere volver con ella, quien lo rechaza. Entonces la mata, acuchillándola. Al mismo tiempo, Rocco triunfa ganando un campeonato. En la casa, durante la celebración, donde se encuentran toda la familia celebrando, llega Simone. Confiesa a Rocco el crimen de Nadia. Ciro se escandaliza y va a denunciarlo a la policía. Tres días más tarde, Luca busca a Ciro en el receso de su trabajo como obrero especializado. Le cuenta que han detenido a Simone por su culpa. Ciro le dice que algún día lo entenderá y que el mundo será mucho mejor.

El homosexual Morini se prenda
de Simone al conocerlo

Luego de conseguirlo, Morini sufre 
el robo de un dinero por Simone. 
El buen Rocco se ofrece a pagarle.

Nadia abre los brazos en cruz
sin imaginar que está a punto de morir

Simone horrorizado al darse cuenta
de su crimen


El estilo

         El maestro Visconti utilizó un argumento y guión que pasó por siete personas (entre ellas, él mismo) antes de llegar a la pantalla para hablar de la extinción del idealismo campesino por la corrupción (la familia debe escapar de la explotación en que han caído los trabajadores agrarios) y los efectos de la gran ciudad en las tradiciones familiares (los hijos de Rosaria se van integrando a las formas de ser de la capital) y en las debilidades de los inmigrados. Aunque siempre queda el concepto de la esperanza, bien se siente que permanecerá como un deseo, una ilusión. La película está dividida en cinco secciones, cada una con el nombre de cada hermano.

El pequeño Luca y el bien intencionado Ciro
con cierta esperanza...

que ya no se realizará...
La ciudad ha devorado a la familia


         Al llegar a Milán se nota que la madre y sus cuatro hijos se sienten extraños: son inocentes. No tienen idea de cómo serán sus vidas y la única ancla es el hijo mayor (que ya ha sido asimilado por la ciudad: albañil de construcción). En su departamento, las noches son familiares: Rosaria está con los cinco: Simone limpia las lentejas y los demás bromean. Al irse integrando a los diversos trabajos, van perdiendo la pureza. La llegada de Nadia a la vida de Simone (se refugia en su casa porque su padre la ha corrido de su departamento encima de donde viven los Parondi) será su primer escarceo erótico, su probada de amor contra la realidad de la prostituta.

Vincenzo y Ginetta ya se han tornado
en pareja convencional 


         Así se van redefiniendo las realidades de todos: Vincenzo comenzará su vida conyugal alejado de la familia. Simone, el más débil y terrenal, cae en los placeres y en la ilusión romántica. Rocco demostrará que sus habilidades como boxeador le pueden dar una vida que no desea, pero que soluciona problemas. Ciro tiene ambiciones de progreso: termina sus estudios pendientes para llegar a obtener un grado técnico y así entrar a la fuerza laboral. Luca cumple su rol de ser el hijo pequeño, al lado de la madre, mientras le llega la edad. De todas maneras es una cinta triste: se desintegrará la familia. Al final, ya no habrá reunión: Simone en la cárcel, Rocco en el camino de la fama. La ciudad ha engullido las posibilidades de sus deseos iniciales.

Rocco y Simone

         La relación más compleja de la cinta es entre estos dos hermanos. Simone es el audaz e inescrupuloso; es el terrenal que encuentra la pasión carnal en la prostituta Nadia. Es el cínico, el que carece de valores o los desprecia si primero no están sus necesidades satisfechas. Es el impulsivo que llega a extremos crueles porque ha sido dominado por la ira.



         Rocco, por su parte, es el redentor, el representante de Jesús en la tierra, quien perdona todo y se sacrifica, aún por el más podrido de su familia porque tiene muy claro el sentido de familia. Llega al grado de pedirle a su amada Nadia que retorne con Simone luego de que éste la ha humillado violándola frente a su amado.



Nadia viene a ser el eje en el cual se mueven ambos al ser su amante: mientras Rocco saca lo bueno en ella, Simone incrementa el odio y el asco. A pesar de ello, y todavía cuando la ha perdido, Rocco decide seguir adelante con el boxeo que detesta, con tal de conseguir el dinero que Simone le ha robado al homosexual Morini, al cual se ha entregado por no tener otra alternativa.

Gran clímax

         La llegada de Simone a la casa durante la celebración del triunfo de Rocco da lugar a la escena que, según sea la actitud del espectador, la hallará ridícula o muy dramática. Al confesarle Simone a Rocco el asesinato de Nadia, los gritos y sollozos de ambos son exagerados. Están tumbados en la cama, abrazados, tomándose los rostros y abrazándose. Llega la madre que toma actitud de personaje de tragedia griega, desesperada, gritando, como víctima del destino.

Simone inocente y luego endurecido por las pasiones urbanas


         Es este momento el que da gran sentido a la épica familiar que hemos estado presenciando por más de dos horas y media. Visconti filma esta secuencia para mostrar el quiebre definitivo de la historia. Sin que se sugiera incesto, la relación entre los hermanos puede verse como el gran amor que habría tenido Abel por Caín. El abrazo da una imagen homoerótica sin perversión, con amor fraterno.


Visconti

Alain Delon a los 24 años

Renato Salvatori en plenitud

         El aristócrata Visconti venía de familia acomodada, dueña de teatros, pero con gran sentido social. Enemigo del fascismo, creador del neorrealismo (Ossessione, La terra trema) y luego, pintor de retratos de los cambios políticos y sociales (Senso, Las noches blancas, El gatopardo), pudo hablar de las consecuencias del desarrollo moderno.


Luchino Visconti con Alain Delon durante el rodaje


En Rocco y sus hermanos muestra la decadencia, cómo una familia es devorada por las circunstancias que la rodeaban, muestra un comentario irónico de esperanza: mientras se habla de que Luca podrá retornar al campo, se muestra una serie de periódicos con la foto de Rocco anunciando su triunfo.

Luchino Visconti con Salvatori, Cardinale y Delon

Algo distintivo en el cine de Visconti son sus repartos con actores bellos y actrices hermosas. En este caso, Claudia Cardinale (en rol pequeño) y Annie Girardot, con su juventud; Los cinco hermanos tienen rasgos que se diferencian de la vulgaridad y dureza de los actores que utilizaba Pasolini, por ejemplo (con algunas excepciones, claro). Katina Paxinou (ganadora del Óscar en 1943 por actuación secundaria en Por quien doblan las campanas), es la imagen de la madre tierra: cuerpo y vejez debida al sufrimiento.

La gran trágica, excelente actriz griega, Katina Paxinou
como la madre de los hermanos Parondi



Más tarde, Visconti hablará de otro tipo de familias con sus propias consecuencias decadentes, sociales, políticas, económicas, sexuales (Los malditos, Muerte en Venecia, Ludwig, Confidencias, El heredero), siempre fiel a sí mismo.

Luchino Visconti, gran maestro (1906 - 1976)