ICONOS DEL CINE NACIONAL 1917 - 2017
Inicio el ritual anual de
recordar aniversarios del cine con una pequeña muestra de grandes celebridades
que serán centenarias el próximo, amenazante, año. Estoy seguro que Genaro Saúl
Reyes y Fernando Gaona se encargarán de otros datos interesantes y minuciosos
según vayan pasando los meses. A ellos dedico, por su pasión y entrega al cine mexicano, este mínimo acercamiento.
1917 celebrará a verdaderos iconos del
cine nacional. Los más importantes serán, sin duda, Pedro Infante y El Santo,
dos figuras emblemáticas, puntos de referencia para diversas etapas de nuestra
cinematografía, motivos de idolatría permanente que ha trascendido generaciones,
aunque se note más auténtica la del sinaloense y carismático actor y cantante,
que la del hidalguense luchador que se tornó en pose social cuando fue “revalorado”
por la intelectualidad. No hay mucho que agregar a las historias de estos dos
personajes. En sus respectivos meses de aniversario (noviembre, Pedro;
septiembre, El Santo) habrá seguramente exceso de semblanzas y homenajes.
Ernesto Alonso en Ensayo de un Crimen
Ernesto
Alonso (febrero), originario de Aguascalientes, fue actor importante dentro
de la prestigiosa Clasa Films de los años cuarenta en papeles secundarios (La corte de Faraón, El monje blanco)
hasta que tuvo el estelar en la subestimada e interesante San Felipe de Jesús (Bracho, 1949) para filmar poco posteriormente
(se dedicaría más que nada a la televisión) pero títulos ya imprescindibles
como Otra primavera (Crevenna),
Trotacalles (Landeta), Abismos de pasión (Buñuel) para coronar todo con la
extraordinaria y siempre excitante Ensayo
de un crimen, una de tantas obras maestras del propio Luis Buñuel.
David Silva en el rol que le dio el Ariel
David
Silva (octubre), capitalino, que inició como extra a los 20 años de edad
para ir escalando su lugar como joven galán, participar en las primeras cintas
del Indio Fernández (La isla de la
pasión; Soy puro mexicano), entre muchas otras, hasta consolidarse como
actor de importancia en Campeón sin
corona (Galindo, 1945). A partir de ahí, se tornaría en el intérprete de
personajes cotidianos, populares, ya permanentes en la memoria (Una familia de tantas, ¡Esquina bajan!,
Anillo de compromiso, Ventarrón, Espaldas mojadas) para luego llegar a la
cuarentena y caer en los papeles secundarios o especiales (El hombre de papel, La noche del jueves) y ser recuperado por los
nuevos cineastas de los años setenta (El
topo, Ángeles y querubines, Alucarda, Los albañiles).
Abel Salazar comiendo cerebro
ya que era El barón del terror
Abel Salazar (septiembre), también
capitalino, fue más bien galán que buen actor, sobre todo de comedia, que se
fue consolidando en los años cuarenta, para llamar la atención en El conde de Montecristo (Urueta, 1941) e
ir adquiriendo fama hasta llegar a títulos ya muy conocidos (Los tres García, El pecado de Laura, Del can
can al mambo, Quiéreme porque me muero). Su etapa como productor fue muy exitosa
(El vampiro, El barón del terror, La
maldición de la llorona) hasta que decidió entrar a la dirección de películas
que fueron muy vapuleadas por la crítica de su tiempo al tratar temas que
pensaba trascendentes aunque sin una mirada incisiva, sino complaciente o
simplemente de regaño moralista (Los
adolescentes, Paula, Rosas blancas para mi hermana negra, Una mujer honesta y
sobre todo Tres mujeres en la hoguera).
Emilio Fernández, Pedro Infante
e Ismael Rodríguez
Ismael Rodríguez (octubre) fue en su momento,
el director más joven del cine nacional, debutando a los 25 años de edad con ¡Qué lindo es Michoacán! para ir
construyendo una carrera interesantísima, audaz en algunas temáticas, aguda
para saber llegarle al público. Junto con Pedro Infante ofreció varios de los
títulos más entrañables del cine nacional (Los
tres García, Nosotros los pobres, A toda máquina, La oveja negra, Dos tipos de
cuidado, Los tres huastecos, Tizoc). Buscó la internacionalización con
temas arriesgados (Ánimas Trujano, El
niño y el muro) o provocando la curiosidad (morbosidad) del público (La cucaracha, Los hermanos Del Hierro).
Vianey Valdez, Norma Suárez,
Rómulo Lozano y Polo
Y podremos añadir a nuestro actor y locutor Rómulo Lozano, Rafael
Banquells, Víctor Alcocer, Víctor Junco, Ramón Gay, Fernando Torre Lapham, Stella
Inda, los cantantes Eva Garza y Chucho Martínez Gil, la pintora Leonora
Carrington, el director Federico Curiel, entre muchos
otros, pero ya habrá tiempo y oportunidad si la vida nos lo permite.
Feliz
Navidad a todos.
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