HACE 100 AÑOS EN EL CINE MEXICANO…
Ya
se acerca el 2018 en el cual, efímeramente, recordaremos a quienes nacieron con
un siglo de anticipación. Como recuento y rescate de algunos datos, inicio mi
serie anual de artículos donde comparto algunas conmemoraciones de interés.
Teatro Juárez que estaba sobre Allende y Zaragoza
Si nos vamos unos años
atrás, en 1898, según una nota en El Universal de la Cd. de México, se informó
que pronto iniciarían las proyecciones de cine en el Teatro Juárez de
Monterrey. Por otra parte, el Ing. Salvador Toscano empezó a filmar sus vistas
documentales que luego se recopilarían como largometraje en 1950. Estos son los
documentos visuales de toda una época de México. O de 1908 se sabe que Enrique
Rosas y los Hermanos Alva, importantes fotógrafos del momento, producían y exhibían
sus vistas documentales en los cinematógrafos como “La primera corrida de
Rodolfo Gaona”. También fue el año del nacimiento del pionero del cine sonoro
Gabriel Soria.
Gabriel Soria (1908 - 1971)
Ya para 1916 y 1917 habían
ocurrido las primeras experiencias dentro del largometraje de ficción. Se
registran cuatro producciones importantes en 1918 siendo la más destacada Santa en su primera versión sobre la
popular novela de Federico Gamboa con la cual se instaló el personaje de la
prostituta en el cine mexicano que sería importantísimo para el desarrollo del
género de cabaret y barrio bajo. Fue adaptada y dirigida por el debutante Luis
G. Peredo, además de ser producida por el español Germán Camus quien así se
estableció como productor y distribuidor, importante para el incipiente cine
nacional, negocio que continuaría hasta 1921. Santa fue interpretada por Elena
Sánchez Valenzuela y el ciego Hipólito fue Alfonso Bussón. El argumento narra la
caída en desgracia de la jovencita Santa, quien vivía en Chimalistac, al ser
seducida y abandonada por un oficial destacado en el lugar. Al enterarse del
hecho, su madre la repudia y sus hermanos la corren de casa. Santa llega al
burdel de Elvira en la Ciudad de México donde se convierte en la pupila más
popular. El pianista ciego Hipólito se prenda de ella. Santa es sacada del
burdel por el torero Jarameño pero al reencontrar a su seductor, se entrega y
es sorprendida por su amante quien la rechaza. Santa vuelve a la vida de burdel
pero enferma y quien la cuida es Hipólito aunque la muchacha finalmente muere.
La cinta mostraba al inicio las tres etapas
en la vida de la jovencita Santa
(Elena Sánchez Valenzuela)
Cartel publicitario
Elena Sánchez Valenzuela
Clementina Rebolledo (la madre)
y Carlos Gómez ( el hermano)
repudian a Santa al conocer su deshonra
El oficial que seduce a Santa
fue interpretado por Fernando Argandar
Los hermanos de Santa (Fernando Navarro
y Carlos Gómez) informan a Santa
del fallecimiento de su madre
El torero Jarameño (Ricardo Beltri)
luego de conocer la infidelidad de Santa
Hipólito (Alfonso Busson) con su ayudante
Genarillo (Luis Guillermo Casas)
mientras esperan la operación de Santa
La cinta fue catalogada
como “inmoral” y quizás por eso, tuvo muy buena taquilla. Se han conservado
algunos fragmentos de la película que tendría nuevas versiones en 1931 (inaugurando
nuestro cine con sonido directo) con Lupita Tovar, en 1943 con Esther Fernández
y en 1968 con Julissa. El éxito de “Santa” permitió que ese mismo año Camus
escribiera y produjera otra cinta bajo la dirección del mismo Peredo con el
título de Caridad. El papel principal
lo interpretaba una actriz importante
para esos años dieces llamada Gilda Chávarri y el argumento, según crónicas,
era acerca de una chica de sociedad que quedaba embarazada y tenía un hijo por
lo que era repudiada aunque finalmente la moral triunfaba y se casaba con su
seductor.
Gilda Chávarri, estrella pionera
del cine mexicano
Luis G. Peredo (1892 - 1950)
Otras dos producciones
mexicanas de 1918 fueron Cuauhtémoc
de Manuel de la Bandera, donde se mostraba el enfrentamiento entre el emperador
azteca y Hernán Cortés, que no atrajo mucho al público, por lo que el director
abandonaría al cine luego de sus tres intentos previos; y María de Rafael Bermúdez Zataraín que, curiosamente, fracasaría en
taquilla a pesar de estar basada en la exitosa novela romántica de Jorge Isaac.
También el rol principal lo llevó la actriz Chávarri.
Hernán Cortés (Manuel Domínguez)
y La Malinche (Carmen Domenzáin)
Cuauhtémoc (Gabino Ornelas)
1918 marcó el nacimiento
del sonorense Luis Aguilar (1918 – 1997) quien bajo el apodo de “El
gallo giro” filmaría muchas películas y se tornaría en otro ídolo cantante del
cine nacional. Roberto Cañedo (1918 – 1998) cuyos inicios como extra
redundarían en el éxito de Pueblerina
(1948).
Tito Novaro (1918 – 1986) fue galán
secundario en varias películas, luego anotador y asistente de director, hasta
que tuvo su ascenso a director: a él le debemos varios delirios absurdos hasta
el exceso, pero ahora innegables documentos de una era de nuestro cine, con la
fea Yolanda del Río. Manuel Palacios
“Manolín” (1918 – 1977) gracioso cómico que se haría popular al lado de
Estanislao Shillinsky, el cuñado de Cantinflas, con comedias iniciales bajo la
dirección de Juan Bustillo Oro.
María Teresa Rivas (1918 – 2010), extraordinaria actriz y perfecta dama, quien se hiciera más famosa
por sus villanas de telenovela (sobre todo por la Rosa de “Gutierritos” en
1958) aunque en el cine ejecutó algunos roles secundarios de importancia (por ejemplo El esperado amor desesperado).
Hay más datos que,
seguramente, mis queridos Genaro Saúl Reyes o Fernando Gaona se encargarán de
traerlos a colación cuando lleguen sus momentos. ¡A recordar y conmemorar!
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