ANIVERSARIOS DEL CINE
MEXICANO
1946
Hace 70
años fue
el debut en el cine mexicano de Luis Buñuel al filmar Gran casino que también marcaría la entrada al cine mexicano de
Libertad Lamarque quien tendría mejor suerte al seguir filmando en nuestro
país. Buñuel tendría que esperar tres años para la siguiente película. Gran casino es una cinta para el
lucimiento de su estrella, el charro cantor, que tiene muchas cualidades: Meche
Barba a quien doña Liber enseña a cantar el tango El choclo, además de una escena final que involucra a un espejo
surrealista y la famosa imagen de una vara que juega con el lodo para evitar el
beso que el charro da a la argentina.
También debutó en el cine mexicano la
nueva musa de Juan Orol, o sea Rosa Carmina, en Una mujer de oriente. Roberto Gavaldón filmó una cinta
del género negro que fue técnicamente resuelta de manera impecable al presentar
a dos Dolores del Río en La otra.
Ismael Rodríguez brindó un par de cintas entrañables donde se sublimaba el amor
maternal (en este caso a la abuela) y se consumaba una justa venganza en Los tres García y Vuelven los García con una Marga López rubia y una machorra Blanca
Estela Pavón, además de la presentación estelar de quien se tornaría excelente
director mexicano, o sea Rogelio A. González.
Buster Keaton apareció en su única
cinta mexicana como un soldado que no sabía que la guerra había terminado y
pensaba que nuestro país era territorio oriental. Ya sin su fama del cine
silente donde creó obras maestras, fue un triste debut y despedida en El moderno Barba Azul (Jaime Salvador).
Un
melodrama moderno, escrito por quien sería popularísima escritora de
historietas Yolanda Vargas Duché, con
galán maduro (Arturo de Córdova) que recibía la visita de una hija desconocida
por lo que recordaba a las mujeres de su vida, permitió el debut en México de
las argentinas Pepita Serrador y Tita Merello, además de la española Ana María
Campoy en Cinco rostros de mujer
(Gilberto Martínez Solares) donde también aparecía otra debutante previa el
mismo año llamada Miroslava en Bodas
trágicas.
Pepita Serrador
Ana María Campoy
Tita Merello
Miroslava
Y siguieron los debuts en
este año porque la cubana Ninón Sevilla apareció en dos números musicales en la
cinta Carita de cielo (José Díaz Morales)
donde aparece delgadita pero con tanto sabor que tendría una carrera
productiva, mítica y honrosa dentro del cine nacional. Un cómico carpero, con
treinta años de edad, vino a debutar en la pantalla grande en Voces de primavera (Jaime Salvador) para
iniciar una larga trayectoria interpretando a personajes populares: Adalberto
Martínez Resortes.
Otros realizadores que tendrían una
vasta filmografía realizaron cintas destacables: Emilio Gómez Muriel filmaría
una cinta de suspenso con la joven Carmen Montejo Crimen en la alcoba y una divertida comedia con Pardavé y Sara
García en El ropavejero. Chano Urueta
realizó un melodrama con ladrones elegantes y señoras seducibles en La noche y tú. Raúl de Anda ofreció un
tema considerado todavía tabú con Los
cristeros (Sucedió en Jalisco). Miguel Morayta ofreció una comedia con ecos
panamericanos en El pasajero diez mil.
Y los directores de prestigio
ofrecieron películas importantes para sus carreras: Emilio Fernández filmó una
de sus obras maestras Enamorada, con
Armendáriz y Félix, donde se destaca una hermosa fotografía de Gabriel Figueroa
y un humor basado en Shakespeare. Julio Bracho ofreció La mujer de todos, también con María Félix, una elegantísima
historia sobre una amante profesional ya que vuelve locos a todos los hombres y
donde ocurrió otro debut: el español Armando Calvo quien haría carrera en
México, alternando en ocasiones con su país natal. Y María Félix, además, sería La devoradora gracias a Fernando de Fuentes.
Ya para terminar con este año tan
interesante habrá que añadir que el mismo Martínez Solares ofreció una
inteligente comedia acerca de un hampón que gana la lotería y requiere de una
cómplice para cobrarla en Su última aventura.
El maestro Alberto Gout filmó un melodrama tropical de pasiones tormentosas
entre la regordeta Meche Barba y el atractivo David Silva en Humo en los ojos. Humberto Gómez Landero
filmó sus segunda y tercera películas con Tin Tan dando resultados sabrosísimos
en Hay muertos que no hacen ruido y Con la música por dentro. La mejor
celebración será verlas si las exhiben por televisión o buscarlas por You Tube
o disfrutarlas en vídeo si se encuentran disponibles.
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