martes, 22 de diciembre de 2020

EL DIOS DEL MAL

 

CANAIMA

1945. Dir. Juan Bustillo Oro.

         La exitosa y taquillera adaptación fílmica de Doña Bárbara (1943, Fernando de Fuentes), popular novela del venezolano Rómulo Gallegos, dio lugar a que se creara el mito de María Félix y que se procediera a adaptar otras de sus obras al cine mexicano. Así surgieron La trepadora (1944, Gilberto Martínez Solares), Cantaclaro (1945, Julio Bracho) y Canaima, además de un guion original del escritor: La señora de enfrente (1945, Gilberto Martínez Solares). Las tramas que tenían que ver con el medio selvático y campesino de Venezuela, mostraban puntos en común con los temas folclóricos que nuestra cinematografía cultivaba con frecuencia y aceptación de los espectadores.

Alfredo Varela Jr., Jorge Negrete                                                                          y Bernardo Sancristóbal 


Andrés Soler como oráculo del destino

         Marcos Vargas (Jorge Negrete) retorna al hogar en Ciudad Bolívar luego de años fuera. Viaja por el Orinoco al lado de Gabriel Ureña y Arteaguita. Declara su amor por la aventura y su precaución ante la selva donde murieron sus hermanos Francisco, quien se ahogó, y Enrique, por una mordedura de serpiente. Gabriel le comenta que su tranquilidad no augura buenas noticias para Canaima. Entonces se les acerca el Conde Giaffaro (Andrés Soler), jugador que ha ganado dinero para luego derrocharlo y volver a empezar. Le explica que Canaima es el dios del mal, y del cual pudiera ser presa fácil. Además, le revela que su hermano Enrique fue asesinado por un vulgar criminal, el Cholo Parima, quien tiene una cicatriz sobre la cara. Así, ha sembrado el deseo de venganza en Marcos. Es una especie de oráculo, de voz que anuncia su destino...

Rosario Granados es la frágil Aracelis

         La trama de la novela, farragosa, elaborada, fue adaptada por Bustillo Oro tomándose algunas libertades para que tuviera una continuidad y coherencia fílmica. Compuso algunos momentos y otros los adelantó o retrasó en la narración. Marcos entrará en el negocio de transportación de carga por estar cerca de la bella Aracelis (Rosario Granados), sobrina del hombre que le ha vendido sus carros, Manuel, quien es a su vez padre de Maigualida (Gloria Marín), objeto de la pasión del cacique del lugar, Ardavín (Carlos López Moctezuma) quien ante su rechazo ha jurado que nadie será dueño de su amor. Además, Ardavín es rival en negocios de Marcos. Al apostarle sus carros contra sus clientes, Marcos ganará las partidas para provocar la ira del tipo. Así iniciará una serie de crímenes que irán alimentando la ira y el desdén en Marcos. Canaima se ha ido apoderando poco a poco de su voluntad, haciendo que se cumplan las palabras de Giaffaro.

Gloria Marín es la atormentada Maigualida

         La cinta va mostrando el cambio paulatino de Marcos Vargas. Del joven idealista, deseoso de aventuras y fines nobles, se va conformando un hombre pleno de rencor y deseos de venganza. Lo que inicialmente era su piedra de toque con la realidad y el romanticismo (el amor hacia Aracelis) se transforma en pragmatismo (las rivalidades, la ambición y la necesidad de supervivencia en un medio hostil). Marcos viene en primera instancia representando a la cordura y la civilización, pero el salvajismo y la negación de valores dentro de la selva le hacen integrarse a la violencia y al cinismo (le pide a Aracelis que lo siga sin casarse: ella acepta).

Gilberto González es el Sute Cúpira 


El Indio Bedoya es el Cholo Parima

         Una de las cualidades de la película es que muestra el ojo perfecto que tenía el director para sus repartos. Hay tres villanos: el Sute Cúpira, interpretado por Gilberto González, que representa al hampón de la selva, el que extorsiona para permitir el “uso de suelo” entre los caucheros que acampan. El Cholo Parima, en la persona de Alfonso Bedoya, es el guardaespaldas prepotente, bravucón, sin escrúpulos. Y en los roles femeninos, Rosario Granados es la dulce Aracelis, rubia, frágil, quien romperá con sus principios morales en pos del amor (algo que no sucede en la novela: digno de admiración para Bustillo Oro). O Maigualida, morena, decepcionada por la pérdida de un amor y la amenaza del amor no correspondido a quien será el tercer villano o sea Ardavín, cobarde que debe acceder a las armas o al cuidado de otros para sobrellevar sus acciones. Su destino será la locura debida a su inestable condición y a los constantes temores de los que huye mientras está sobrio.

Carlos López Moctezuma como Ardavín                                                            y su amante Juanifacia o sea, Carolina Barret

         El maestro Bustillo Oro cumplió con un compromiso contractual con Filmex y obtuvo uno de sus grandes éxitos. La película es magistral en su desarrollo y mucho se debe a que el fanfarrón y soberbio Negrete quedaba a la altura del personaje de Marcos Vargas. La última frase de la película es “Marcos Vargas, un hombre macho entre los hombres machos” que era la figura que él mismo se había construido (y que en estos tiempos no sería políticamente correcta). Canaima describe cómo el mal se va apoderando de los seres con intenciones nobles. Es una perfecta alegoría de toda la corrupción que se vino desarrollando en nuestro país luego de su filmación... Gran película que ha cumplido su 75 aniversario.

El director Juan Bustillo Oro



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