domingo, 13 de septiembre de 2020

EL FINAL DEL VERANO

 

JIRI MENZEL

Y EL VERANO CAPRICHOSO


I – El pequeño dato autobiográfico

         Tanto la cercanía del fin del verano del que será inolvidable y aterrador 2020, como el reciente fallecimiento del director checoslovaco Jirí Menzel, me llevaron a buscar una vieja cinta de VHS donde tenía la grabación original de Verano caprichoso (1967), la película que el realizador filmó inmediatamente después de su galardonada Trenes rigurosamente vigilados (Ostre sledované vlaky, 1966) y que se exhibió en la última Reseña de Festivales en Acapulco 1968 para nunca tener distribución formal en México (solamente tendría un par de funciones dentro de un ciclo de cine checoslovaco en la primigenia Cineteca Nacional en 1974). El avance tecnológico que significó la posibilidad de tener en casa películas como si fueran libros fue la gran bendición para los cinéfilos, aunque después se tornó en un martirio con el paso de la cinta Betamax a la VHS y, posteriormente, en disco, del Laserdisc al DVD y luego al Blu-ray. Hubo ocasiones en que los títulos originales en cintas no pasaron al disco, o tardaron mucho tiempo en hacerlo. Eso me sucedió en 2010 con Verano caprichoso que conseguí solamente en VHS porque no se editaba todavía en DVD. Luego de una primera visión que me dejó un dulce sabor de boca quedó entre las joyas para resguardar luego de que en 2014 decidí deshacerme de todas mis cintas VHS, salvo selectas excepciones. Verano caprichoso estuvo entre mis búsquedas de cine checo en Amazon, porque había encontrado previamente en Gandhi varios títulos de Nemec, Forman y Passer: nombres importantes dentro de lo que se llamó la Nueva Ola Checa que se dio con mayor fuerza entre 1963 y 1969.

II- La Nueva Ola Checa

 Jan Nemec
Vera Chytilová

         Los estudiantes de cine de la escuela FAMU (situada en Praga), nacidos principalmente en la década de los años treinta (con algunas excepciones), conformaron una generación inquieta, preocupada por la renovación de viejos temas conformados al realismo socialista propio del cine de los gobiernos totalitarios que estaban supeditados a la Unión Soviética. Tuvieron la suerte de ser acogidos por los oficialistas Estudios Barrandov, legendarios y mejorados técnicamente por los nazis durante la ocupación alemana, además de que sus películas tuvieron éxito tanto en taquilla como en festivales internacionales, por lo que algunas de ellas pudieron ser exportadas y distribuidas en varios países. Ese sentido revolucionario de ir contra las formas académicas que ya se sentían obsoletas, es lo que les equipara con los nuevos realizadores en otros países que, curiosamente, coincidieron en la década de los sesenta para expresar sus voces e ir cambiando la piel del pasado. Las temáticas dieron lugar a un mayor relajamiento en la censura y a la forma en tratar asuntos que antes se sugerían o simplemente se evitaban.

 Milos Forman

[Nota aparte] En el cine mexicano (1964 -65) se tuvo el Primer Concurso de Cine Experimental, rimbombante título que rindió frutos: el incesto, la explotación capitalista, la exploración de situaciones intimistas, fueron captados por nuevos directores como Juan Ibáñez (Un alma pura), Juan José Gurrola (Tajimara), Barbachano Ponce (Lola de mi vida), Ícaro Cisneros (El día comenzó ayer), José Luis Ibáñez (Las dos Elenas), Héctor Mendoza (La sunamita), Manuel Michel (Tarde de agosto), entre otros.

Ewald Schorm

         Algunos realizadores de la generación previa ofrecieron títulos que aprovecharon el auge de este esplendor juvenil. En 1965, los veteranos Jan Kadar y Elmar Klos, filmaron La tienda en la calle mayor, cuya temática sobre la persecución judía en un pequeño pueblo checo les llevó a ganarse la Palma de Oro en Cannes y el Óscar en Hollywood. De ahí que se dirigiera la vista con mayor énfasis hacia esta cinematografía. Otros realizadores como Kachyna y Jasny también se mencionan al hablar de este movimiento, pero ya pertenecían a la generación anterior.

III - Verano Caprichoso

La película narra el acontecer de tres días en un pequeño pueblo checoslovaco. Aunque no se especifica, se sugiere que son los años entre guerras. Tres amigos descansan y beben en lo que es un pequeño balneario junto a un río. El encargado del lugar, Antonín (Rudolf Hrusinsky), el sacerdote Roch (Frantisek Rehak) y el comandante Hugo (Vlastimil Brodsky). Todos se meten a bañar cuando repentinamente cae una tormenta que será fugaz. Es un verano caprichoso, según afirma la mujer de Antonín, la obesa Katerina (Mila Myslikova) quien llega para servirles de comer, porque llueve, luego sale el sol, hace calor y las noches son claras. De pronto pasa una carreta de donde emerge un hombre que coloca un largo tubo entre las orillas del río y lo cruza con gran habilidad: es el acróbata y mago Ernest (Jiri Menzel) quien anuncia sus funciones y acepta comer lo que le ofrecen los hombres. A lo lejos se nota la figura de su compañera, una hermosa y escultural rubia llamada Anna (Jana Drchalová) que despierta los apetitos sensuales de los tres caballeros. Por este motivo, cada una de las tres noches siguientes mostrarán los intentos de cada uno de ellos por seducir a la joven muchacha, hasta que venga el momento de la partida. Los tres retornarán a su lugar junto al río. Se acerca el fin del verano.

         Basada en una popular novela escrita en 1926 por Vladislav Vancura (1891 – 1942), famoso escritor que sería multifacético y extravagante pero quien moriría ejecutado por los nazis al ser capturado mientras colaboraba con la resistencia checa. La novela nos presenta a tres hombres que se encuentran en la medianía de edad y cuya vida transcurre en medio de la rutina y la falta de incentivos para seguir adelante. Cada uno representa al comercio, a la milicia y a la religiosidad: el triángulo base de toda población por lo que les parece normal su conformismo. La llegada de la joven Anna enciende deseos largamente dormidos que les harán tomar conciencia de su pasividad. De pronto existe una ilusión y cada cual intentará tornarla realidad.


         La novela y la película son ambiguas en cuanto a la consumación sexual (Antonín le da un masaje, Roch le habla de poesía y Hugo le ofrece comida en sus reuniones). Es algo que dejan para la imaginación del lector y/o espectador, y es afortunado, porque incrementa la melancolía de todos ellos cuando Anna parte del pueblo. Aunque no hubiera sucedido nada, existió un momento en que su estatismo sufrió un brinco. La misma esposa de Antonin lo abandona cuando se entera de su noche con Anna para irse a disfrutar de Ernest, para que todos se den cuenta de que estas relaciones no podrán tener futuro. Todo es ilusión de momento. Por eso, en la imagen final, volvemos a encontrar a los tres hombres en el mismo lugar, recordando los segundos de aparente felicidad.


IV – Jiri Menzel

 Jiri Menzel, la noche en que ganó el Óscar

         A México llegaron varias películas de Jiri Menzel. Aunque tardíamente, pero Trenes rigurosamente vigilados estuvo medio año exhibiéndose en el Cine Regis del Distrito Federal y aquí llegó al Cine Rex que estaba por Zaragoza. Verano Caprichoso llegó solamente a Acapulco y a Distrito Federal como comenté previamente. Tijeretazos y Aquel que busca un puñado de oro, estuvieron en las Muestras Internacionales de Cine, y la primera pasó por televisión en alguna ocasión. La casa solitaria cerca del bosque estuvo en un Foro de la Cineteca. A pesar de haber filmado 16 largometrajes para la pantalla grande, es un eminente desconocido. No podemos dejar de lado a quien nos ofreció una visión ácida de la sexualidad como motor para el sentido defensor de la patria (como pasa en Trenes rigurosamente vigilados) o la sensualidad como medio para aguzar el sentimiento de que se vive usualmente de ilusiones (como los tres pilares de una comunidad en Verano caprichoso) o la misma sensualidad para evitar un problema embarazoso (un maestro cervecero cuya escultural esposa organiza una fiesta para sus jefes y distraerlos de asuntos contables, en Tijeretazos).

         Jiri Menzel (23 de febrero de 1938 – 5 de septiembre de 2020) ha muerto a los 82 años. Era el último sobreviviente de esa generación de la Nueva Ola Checoslovaca. El año pasado había muerto Vojtech Jasny; este enero fue el deceso de Ivan Passer. Ya hace tiempo que Forman, Chytilová, Nemec, Schorm, dejaron este mundo. Fiel discípulo de Otákar Vavra (1911 – 2011, de quien pudimos ver en una Muestra de Cine su Martillo para las brujas), académico y puntual en su cine perteneciente a las generaciones previas de los alumnos de FAMU, se notaron sus enseñanzas en su corrección al filmar, aunque en la temática haya roto cánones. Aparte del cine, Menzel dedicó mucho tiempo al teatro teniendo en su haber más de ochenta obras que van desde clásicos hasta contemporáneos como Michael Frayn.

 Jiri Menzel, octogenario

         Cuando los directores o las estrellas fallecen nos quedan sus películas. Siempre menciono que es el mejor tributo que podemos hacerles al verlas o volver a ellas y por eso se agudiza el deseo de buscarlas, complementar visiones y tendencias. Mi tributo fue retornar al Verano caprichoso que nos plasmó en pantalla. Me compartió la melancolía del verano que termina y del cual gozamos el sol y el calor, pero también me hizo recordar que las ilusiones nos alientan y nos impelen a realizarlas. Que en estos momentos, todo debe ser disfrutado, valorado, gozado como si fuera el final de la vida, así como este verano que se va…

 

   

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