viernes, 15 de mayo de 2015

EL BRILLANTE COLOR DEL CINE

CENTENARIO DEL TECHNICOLOR




         En el reciente número de junio 2015 de la revista Sight and Sound publicada por el British Film Institute (usualmente van un mes adelantados en sus ediciones) se reseña un libro que debe ser excepcional ya que recopila la historia del proceso cromático denominado Technicolor, que fue un parteaguas en la textura y definición de las películas pioneras en su uso. The Dawn of Technicolor 1915 – 1935 escrito por James Layton y David Pierce.


Único fotograma rescatado de "The Gulf Between" 1917.
Primera cinta en Technicolor de dos colores, proceso aditivo.

         En realidad fue el inicio formal de la compañía que comenzó sus investigaciones. Hasta el momento, el color se había conseguido en algunas producciones aplicándolo a mano en cada uno de los fotogramas de la película. Lo que se fue logrando paulatinamente fue la aplicación tecnológica. Primero fue el Technicolor de dos colores que requería una cámara especial que filmaba y proyectaba la película que había sido realizada a través de dos filtros: uno verde y otro rojo que permitía solamente el paso de estos colores que al unirse (este era el proceso aditivo) dejaban un registro claro de la piel y de los follajes: no se podía registrar morado, azul o amarillo. La primera cinta bajo este proceso fue The Gulf Between, que fue estrenada en 1917 con dificultades en su proyección ya que al unir los filtros había irregularidades. Además, las salas de cine requerirían comprar esos proyectores. El experimento fracasó y Technicolor empezó a mejorar el proceso.

De los pocos fotogramas existentes de "The Toll of the Sea" (1922),
primera cinta en Technicolor, bajo emulsión.


         El siguiente paso fue la filmación de una película a través de dos filtros (rojo y verde, de nuevo), pero en este caso cada fotograma se registraba dos veces: uno encima del otro, donde la imagen de uno estaba volteada verticalmente sobre la imagen del otro. Estas imágenes eran impresas en dos películas blanco y negro, a las cuales se les eliminaba la plata, y a la imagen verde se le pasaba emulsión roja y a la imagen roja, la emulsión verde. Al unirlas, cada imagen permitía que cada emulsión sustrajera colores dando el resultado deseado. La película final era doblemente gruesa y se requería el doble de fotogramas en la filmación, pero el resultado se podía exhibir en cualquier proyector que pasaba material en blanco y negro. La primera cinta se llamó The Toll of the Sea, dirigida por Chester McFranklin en 1922, producida por la propia compañía y distribuida por Metro Pictures (que dos años más tarde sería parte de la flamante MGM).

Puede notarse la brillantez de colores
que serían mejor percibidos en película.
Fue el primer cortometraje con acción
viva filmado en Technicolor de 3 tiras.


Posteriormente se mejoró utilizando tres cintas donde se usaban sendos filtros complementarios que ya podrían dar una fidelidad brillantísima y capturar la realidad cromática. Esta innovación comenzó en 1932 y quien la inauguró fue Walt Disney con sus caricaturas animadas. Hasta 1934 se filmó un cortometraje con acción viva (La cucaracha, Dir. Lloyd Corrigan) y luego se incluyeron algunas secuencias finales en varias producciones. En 1935 se filmó el primer largometraje con este proceso Intrigas en la corte (Becky Sharp, Dir. Rouben Mamoulian) basado en “La feria de las vanidades” de Thackeray y al año siguiente surgió El jardín de Alá (The Garden of Allah, Dir. Richard Boleslawski) dando inicio a varias producciones que utilizarían al color creativamente.

"Intrigas en la corte", primer largometraje filmado
en Technicolor de 3 tiras, en 1935, ano en que
concluye el libro mencionado al inicio.

Uno puede nombrar a Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, Dir. Victor Fleming, 1939)
o el uso novedoso de mezclar un blanco y negro inicial para luego dar lugar al color en El mago de Oz (Wizard of Oz, Dir. Victor Fleming y otros, 1939).
Previamente Disney había filmado el largometraje animado Blanca Nieves y los siete enanitos (Snow White and the Seven Dwarfs, Dir.William Cottrell y otros, 1937) que fue un gran éxito taquillero.


De pronto, ciertas cintas eran filmadas en Technicolor porque su naturaleza lo requería, como las comedias musicales producidas por Fox y MGM en las décadas de los cuarenta y cincuenta. Algunas cintas del oeste como Duelo al sol (Duel in the Sun, Dir. King Vidor, 1946)
y hasta el cine negro, entre cuyas cualidades estaban las sombras, los contrastes entre blanco y negro, tuvo ejemplos precisos como Que el cielo la juzgue (Leave Her to Heaven, Dir. John M. Stahl, 1945) donde Gene Tierney era una asesina por
celos de amor, posesiva extrema por su marido.
El color era brillantísimo, los contrastes entre rojos, verdes, azules eran magníficos y, lo más importante, duradero. En la actualidad, las cintas que utilizaron el proceso Technicolor han conservado esa brillantez. Uno puede notarlo en los DVD o Blu-ray de películas de época.

Cámara pionera de Technicolor. Pueden verse
las tres tiras que registraban cada color.
Aquí están las tres tiras procesadas
que se unirán para dar la percepción
de color real.


En 1952, la compañía rival de Technicolor, que era la casa George Eastman, introdujo el proceso Eastmancolor que era en una sola tira y evitaba el uso de las pesadas cámaras que requerían las tres películas, los filtros y una iluminación fortísima para escenas de interiores. El problema fue la inestabilidad. Con el tiempo y sin las condiciones adecuadas de ambiente seco y temperatura, los negativos se deslizaban hacia el púrpura. No obstante, por costo y facilidad, Technicolor se fue utilizando menos aunque continuó participando esporádicamente en algunas cintas. Para 1974 se cerró la planta norteamericana, aunque en los años noventa se revivió el procedimiento para algunas restauraciones de viejas producciones. También, por eso, se aprovechó este renacimiento para algunas nuevas cintas como Toy Story o Pearl Harbor.

Una de las pocas fotografías rescatadas
de la cinta pionera que filmó María Félix en color,
pero que se perdió irremediablemente.


         En México no hubo Technicolor. Se utilizó el sistema de dos colores llamado Cinecolor, para Novillero (Dir. Boris Maicon, 1936), Así se quiere en Jalisco (Dir. Fernando de Fuentes, 1942), Las aventuras de Cucuruchito y Pinocho (Dir. Carlos Véjar, 1942) o La china poblana (Dir. Fernando Palacios, 1944, que es la cinta perdida con María Félix). En 1947, el Indio Fernández muestra en el inicio de Río Escondido los murales de Palacio Nacional en colores, luego de los créditos y antes de que inicie el drama rural en blanco y negro. Otro largometraje de 1949 es Mariachis (Dir. Adolfo Fernández Bustamante, 1949) que prodigiosamente conserva su color en la copia que se exhibe (o se exhibió alguna vez) por televisión, pero que utilizó el proceso Anscocolor, semejante a la película que se vendía para uso casero. Mismo sistema fue usado por Ismael Rodríguez para Sobre las olas (1950). Luis Buñuel filmó su Robinson Crusoe (1952) con otra variante del proceso cromático llamado Pathecolor.
En 1954 se introduce el Eastmancolor por el productor y director Raúl de Anda, con la cinta Con el diablo en el cuerpo. A partir de entonces, será el procedimiento usual. Igual que en el cine norteamericano, se introducen algunas secuencias en color sobre todo al final de algunas comedias como Pobres millonarios con Clavillazo o El médico de las locas con Tin Tan.
Así seguiría hasta que en los años setenta se lograría una mejor fidelidad gracias a las películas con mayor definición producidas por la Kodak, pero sin que tengamos registros en este centenario proceso.

"Cantando bajo la lluvia", una de las inmortales
cintas musicales en Technicolor, producida por la MGM
en 1952 y que no podría imaginarse sin colores...

         Había que dedicarle un momento al Technicolor por este centenario. Su herencia es magnífica y todavía puede disfrutarse gracias a las brillantes imágenes que nos proporciona la era digital. 

"Serenata argentina" (Irving Cummins, 1940), 
una de las primeras comedias
musicales producidas por la Fox en Technicolor
para lucimiento de su estrella Betty Grable 
y la brasileña extravagante Carmen Miranda.



         

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